Si Albert Einstein afirmaba que la creatividad era la inteligencia divirtiéndose…

¿Por qué seguir luchando por contrariarlo?

Si Albert Einstein afirmabaque la creatividad era la inteligencia divirtiéndose…

¿Por qué seguir luchando por contrariarlo?

En un mundo que se transforma cada vez más, la capacidad de cambiar de opinión o enfrentarse a lo desconocido y adaptarse a ello es una habilidad indispensable.

Y más si hay algo que te hace sentir infeliz, vivir en una permanente frustración o en una constante lucha interna.

“Plantear nuevas preguntas, nuevas posibilidades, considerar los viejos problemas desde un nuevo ángulo, requiere imaginación creativa y marca un avance real en la ciencia.” Afirmaba Einstein.

Y a veces, como profesionales analíticos, técnicos o científicos, nos olvidamos por completo del proceso y ponemos todo el foco en los resultados

Dejando de ser creativos, de contribuir a las relaciones, de reconocer el entorno y dejando de sentirnos motivados con lo que hacemos.

Entonces empiezan las preguntas:.

¿Me escucharán?…
¿Me habré equivocado en sugerir esta solución?, ¿será adecuada para el proyecto?, ¿convendrá a la empresa?…
¿Por qué me cuesta tanto hacerme entender?…

Y esas voces internas que generan inseguridad o frustración diciendo que nadie reconocerá tu valía, que no eres suficientemente bueno, o que nadie te va a entender, hace que tanto los equipos técnicos como sus líderes se encierren en sí mismos y no logren comunicarse efectivamente.

Anulando toda posibilidad de aportar soluciones innovadoras, viables y acordes con esos proyectos de alta complejidad que requiere cualquier organización para alcanzar su avance y crecimiento.

Y es que las empresas que desarrollan proyectos técnicos y científicos necesitan equipos funcionales:

En los que la experiencia y el conocimiento son importantes.

Pero la comuniación y el debate también.

Porque si tu equipo se encierra en los tecnicismos, la tarea del día a día y lo mecánico de los procesos, sin indagar profundamente en sus necesidades relacionales y de comunicación, será difícil ofrecer soluciones válidas y sostenibles en el tiempo.

Comprometiendo los resultados, el compromiso y hasta la fidelización del talento.

SOY ARANTXA GÓMEZ

Tras recibir un Doctorado en Química Orgánica por la Universidad de Barcelona y dedicarme por varios años a la investigación, proyectos y parques científicos; tuve la oportunidad de asumir distintos roles en la industria farmacéutica hasta ejercer como Supply Chain Coordinator.

A nivel profesional era capaz de controlar, analizar y ejecutar acciones de forma casi mecánica para encontrar la solución a cualquier reto, sin importar su complejidad.

Pero toda esa capacidad no bastaba para resolver muchas de mis situaciones más cotidianas.

Así, una crisis de pareja, personal y un punto de quiebre en mi emprendimiento, sumados a la misma curiosidad que en su día me permitió dedicarme a la ciencia, me llevó a buscar las respuestas para aquellas situaciones que se escapaban a mi control.

Y en un proceso completamente revelador y transformador para mí, entendí que estaba confundiendo el ser racional con cerrar mi mente por completo.

Me di cuenta de que mi cabeza tachaba de falso o imposible todo aquello que no fuera capaz de explicar, en una vida completamente sesgada por la racionalidad.

Hasta que entendí que no se trata de creerte ‘cualquier cosa’, sino de darle paso al beneplácito de la duda y comprobar por tus propios medios antes de decir que algo “es imposible”, “no funciona” o que “no tiene sentido”.

Fue así como experimenté la transformación que supone el poder entender lo que te ocurre por dentro, para después ser capaz de comunicarlo de forma adecuada. Es decir, a una de las claves para sentirte a gusto en cualquier contexto y entorno, llevándote a tomar mejores decisiones y ser más resolutiva.

Y descubrí el Coaching Co-activo y su importancia dentro de equipos y organizaciones altamente cualificados, con necesidad de desarrollar sus habilidades de liderazgo y comunicación.

Porque si John Nash, Isaac Newton o Charles Darwin fueron tildados de locos y lograron transformar la humanidad con sus teorías, ¿qué me impedía a mi transformar los resultados de las organizaciones enseñándoles a desatar el verdadero talento que ya se encuentra dentro de sus equipos?

Entonces, una reacción química me llevó a dar con el mayor hallazgo en el que fundamentaría mi teoría

Cuando en el laboratorio esperaba el resultado de una reacción química, el proceso era el mismo:

Si el producto deseado era C, debía comprobar primero si mi teoría era cierta y si la reacción de A+B me conducía a ese resultado.

Pero, a veces, esa reacción de A+B no resultaba en C, sino en D.

Lo experimental es lo que manda y no era yo quien determinaba la reacción.

Lo mismo ocurre cuando tratas de explicar porque las cosas dentro de la organización no funcionan todo lo bien que deberían.

Y tal vez te preguntes, si tengo el equipo altamente cualificado, el talento y los recursos, ¿por qué no obtengo los resultados esperados?

Y es que a veces hay algunos factores más “invisibles” como la comunicación, la relación, o la cultura que son absolutamente determinantes a la hora de garantizar el bienestar y la eficiencia en las empresas.

Porque las empresas funcionan, casi, como un laboratorio:

Quizás algo tan “imperceptible” como ajustar 5 grados de temperatura, podía permitirme llegar a ese resultado de “C”, sin necesidad de replantear la premisa inicial porque no me llevaba al resultado esperado,  y con ello sintetizar el producto objetivo de mi Tesis Doctoral.

Pues aunque el papel de la ciencia sea buscar y encontrar explicaciones, para garantizar el bienestar y la eficiencia de las organizaciones, muchas veces basta con entender de qué manera coexisten el mundo más tangible y orientado a resultados, con el relacional e invisible.

Aun y cuando nos cueste hallarle sentido.

Así nació este proyecto que cree fervientemente en la sostenibilidad y humanización de las instituciones y las empresas técnicas y científicas a través de potenciar la comunicación, las relaciones y de integrar el lado lógico-racional y el ámbito más humano, emocional y creativo

Si algo de lo que te he dicho puede ayudarte y crees que abrir espacios de comunicación con las personas de tu equipo y que abrir la mente o cambiar de perspectiva les ayudará a mejorar su desempeño y sus resultados dentro de la organización, estaré encantada de ayudarte a conseguirlo.

Y si clicas aquí, podrás agendar una sesión gratuita de descubrimiento para que lo valoremos juntos.